Capitulo 2
Entro en el aeropuerto casi temblando. Hay muchísima gente, algunos despidiéndose de sus seres queridos, otros haciendo una ultima llamada y otros simplemente entrando en la puerta de embarque. Me decido a ver el cartel de los horarios y allí está, mi vuelo con destino Madrid es el siguiente en salir. Facturo las maletas y procedo a despedirme de mi tío.
- Bueno, creo que es hora de ir subiendo a ese trasto. -Digo con algo de humor y el fantasma de una sonrisa en mi cara.
-Tienes razón, cuídate y ten cuidado por el camino pequeña. -Me advierte. <¡Oh no! esto se pone sentimental>
-Acuérdate de cuando llegues a Madrid llamarnos ¿vale? - Me dice con una leve sonrisa.
- Vale - respondo con una sonrisa, lo más sincera posible.
En ese momento anuncian por megafonía que mi vuelo sale en 5 minutos.
- Es hora de irme- Le digo mientras le sonrio.
-Sí, cariño. Acuérdate de llamar y ten cuidado- Me vuelve a repetir.
-Sí, no te preocupes estaré bien, adiós, te quiero.-Dije mientras le daba un ultimo abrazo. Las lagrimas amenazan por salir de mis ojos pero apreté los diente y cuando mi tio susurró un "Te quiero, cuídate" me gire para entrar por la puerta que conducia al avión. Sabia que mi tio estaba apunto de llorar pero como todo hombre no lo haría, tienen demasiado ego.
Mientras subia las escaleras para entrar al avión iba escuchando música en mis auriculares, busque mi asiento, por suerte cerca de la ventana, me sente, abroche mi cinturón y con la mirada perdida al frente una lagrima empezó a rodar por mi mejilla. Me perdi en mis pensamientos mientras mas lagrimas seguían a la primera pero una leve sacudida me saco de ellos avisándome de que el avión ya había despegado. No había notado que una mujer mayor, de unos 60 años, se había sentado a mi lado. La mire y le dedique una sonrisa entre algunas lagrimas. La mujer me miro compasivamente, me quite un auricular y la salude por educación.
-Pasarás un largo tiempo fuera de casa ¿verdad, cielo?- Dijo dulcemente.
-Así es.- Le confirme con una sonrisa y apartando algunas lagrimas de mis mejillas y mis ojos.
-Me llamo Pilar - Se presentó.
-Yo Amanda - Le dije con una sonrisa. <Esta señora es muy simpática>
-Bueno y ¿a que se debe que tengas que dejar tu casa siendo tan joven? -Preguntó curiosa.
-Mi madre me manda a Estados Unidos con mi tia, para poder seguir estudiando.-Le expliqué.
-Mi nieta tiene mas o menos tu edad, esta en Londres estudiando. Las cosas están muy mal... - Me dijo con la mirada al frente.
-Cierto -Dije casi en un susurro.
Hay terminó nuestra conversación, ella se puso a leer una revista de cotilleos y yo escuchaba música mirando por la ventana.
Cuando la azafata aviso de que nos abrocháramos los cinturones que estábamos a punto de aterrizar suspire, ya estaba lejos de casa.
Cuando bajamos, Pilar se despidió de mi y vi como fue a saludar a sus familiares. Es una cosa que siempre me llama la atención de los aeropuertos son testigos de tantos reencuentros, tantas lagrimas, tantas sonrisas y tantas emociones. Había muchísima mas gente que en el anterior aeropuerto y era el doble del anterior aeropuerto. Me compre un sándwich y una Coca-Cola, me senté en un banco y cogí mi teléfono para llamar a mi madre, mis amigas y demás.
Cuando termine de llamar a todo el mundo había pasado una hora y media, <Por lo menos ya queda menos tiempo> pensé. Habia que estar en el aeropuerto 4 horas antes de que saliera el avión la verdad que no se para que. Vi un grupo de chicas de unos 20 años, parecían Inglesas, luego vi a una familia asiática y por ultimo vi a un grupo de chicos de unos 17 años. <Son guapísimos> pensé, y reí ante mi pensamiento, estaban esperando en la misma terminal que yo, la internacional.
Mientras leía escuchaba Yellow raincoat de Justin Bieber. Pase 1 hora sentada leyendo, estaba harta de estar sentada. Me levanté y fui al baño, cuando me lavé las manos me eche agua en la cara, para despejarme. Cuando salí del baño me compre otra Coca-Cola y fui a ver el horario de los aviones <¡puf! aun queda 1 hora para que salga mi vuelo> pensé y frustrada me volvi a sentar.
En esa hora aproveche para ver la tienda de regalos y cuando escuche que quedaban 15 minutos para que mi vuelo saliera decidí ir hacia la puerta de embarque. Habia bastante gente, menos mal que he llegado ya. Cuando subí al avión y me senté pensé en quien me tocaría esta vez al lado. Me acomodé en el asiento haciéndome a la idea de que me quedaban 12 horas de vuelo por delante. Pensé que lo mejor seria echarme una siesta en cuanto despegáramos. Había un chico buscando su asiento y cuando le pregunto a la azafata señaló el asiento a mi lado. Sonreí en mis adentros era muy mono: alto, pelo negro, ojos verdes, una sonrisa preciosa y ¿para que mentir? Estaba muy bueno. Pense que si Blanca estuviera aquí se lo ligaría enseguida "avísame si hay algún chico mono" me dijo cuando la llamé. Blanca es rubia, pelo liso, ojos marrones, alta y figura 10, se ligaría a cualquiera si quisiera, yo sin embargo no soy muy alta, pelo castaño ondulado, ojos verdes y grandes y ni muy delgada ni muy gorda algo normal, pero aparte de su físico Blanca tiene una habilidad sobrenatural para conquistar a los chicos. Un "Hola" me saco de mis pensamientos, era el chico guapo.
-Hola - Respondí con una sonrisa.
-Me llamo Alejandro ¿y tu? - Se presento con una sonrisa preparada para ligar.
-Amanda -Le respondí con una sonrisa.
-Bonito nombre, y ¿Qué te lleva a Chicago? - Preguntó mientras despegabamos.
-Oh, no, no voy a Chicago. Solo paro allí para hacer transbordo a San Diego. -Expliqué con una risa nerviosa al final.
-Ah vaya, ¿y que te lleva a San Diego? -Pregunto curioso con una sonrisa.
-Estudios -Le respondí con una mueca.
Se rió- ¿Cuántos años tienes?- Dijo coqueto.
<¡Já! Pero ¿qué se cree? No va a ligar comingo ¬¬ > pensé
-15 ¿Y tu?- Dije devolviéndole la pregunta.
-18. - Contestó.
Y con eso terminó nuestra conversación, por ahora. Me puse el otro auricular y cerré los ojos. Me deje caer en los brazos de Morfeo mientras escuchaba Boy de
Nina Nesbitt.
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